Con respecto a violaciones graves cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia desde 1991, existe jurisdicción concurrente del Tribunal Internacional y los tribunales nacionales; esta jurisdicción concurrente, sin embargo, debe ser sujeto a la primacía del Tribunal Internacional; en cualquier etapa del procedimiento, el Tribunal podrá solicitar formalmente los órganos jurisdiccionales nacionales recurran a la competencia del Tribunal Internacional.